¿Qué nos ha pasado?
Las fiestas navideñas suelen ser para muchas personas focos de conflicto. Yo siempre las he relacionado con la alegría, la familia, el amor, la amistad, la nostalgia, etc. A pesar de sentir nostalgia por los que ya no están entre nosotros, siempre ha sido una época del año que me encanta. Últimamente he sentido muchos cambios en el significado “navideño”. ¿te ha pasado lo mismo?
Las recuerdo como una oportunidad para reunirnos en familia. Estar todos juntos!! eso era la pura felicidad!! Pero veo a mi alrededor como cada vez nos hacemos más individualistas, ya no disfrutamos de las cosas ni de las personas. Protestamos por todo, nos inunda el mal humor y la desgana… ¿Qué nos está pasando?
Es cierto que nuestro cerebro tiene una tendencia innata a focalizarse en aquello que nos falta, hemos olvidado agradecer y centrarnos en todo lo maravilloso que si tenemos.
Quizás es que nuestro concepto de lo que es la felicidad ha ido cambiando. Antes compartir tiempo era lo mas importante, ahora la mayor parte de las veces nos comparamos con lo que tienen o no otras personas (cosas materiales pero también sociales.. si otros tienen pareja y yo no, por ejemplo). Son unas fechas en las que sentimos que el amor y los mensajes de felicidad y prosperidad nos inundan y sin embargo muchas personas odian estas fechas porque sienten un gran vacío.
Son unas fechas en las que nos sentimos obligados a mostrar una inmensa felicidad. Esto nos produce mucha frustración.
Consejos para estas navidades
- Practica la gratitud. Ninguna navidad es perfecta. Todo ese bombardeo de mensajes e imágenes idílicas sólo hace que distorsiones tu realidad y crees faltas expectativas. Es inevitable que algo salga mal. Céntrate en todo lo bueno que tienes y no en lo que te falta. Estoy convencida de que hay muchísimas cosas de las que podrías estar agradecido. Valora lo que tienes y a quien tienes a tu lado.
- Sé generoso con los demás peros sobretodo contigo mismo. La generosidad no es sólo dar cosas materiales. Puedes practicar la generosidad contigo mismo siendo más amable en lo que te dices y cómo te lo dices. En estas fiestas intenta disfrutar sin juzgar todo lo que ocurre, incluso sin juzgarte a ti mismo.
- Menos protestar y más disfrutar. Deja de protestar por todo. Las relaciones familiares generan con frecuencia malestares y tensiones. Lo importante no es lo que comas, lo que recibas de regalo o la hora a la que queden. Lo verdaderamente importante es que tienes la oportunidad de reunirte y compartir tu tiempo con personas que no ves todos los días y que en algún momento de tu vida no estarán. No es el momento de discutir ni de arreglar las discrepancias familiares. Por el contrario, quizás sea un buen momento para perdonar o para dejar atrás malentendidos. Comienza el año con borrón y cuenta nueva.
- Recordar: hacer memoria de los que ya no están no es algo malo, al contrario, es algo natural y que debería hacerse con la alegría de recordar los buenos momentos que hemos pasado con ellos.
- Regala menos objetos y mas experiencias. Tu tiempo es el mayor de los regalos. Ya no nos caben las cosas materiales en casa. La mitad de la ropa que tenemos no nos la ponemos. Compramos cosas que se perderán en un cajón y se nos olvidará que existen. Regala y pide experiencias que potencien tu bienestar.